Los resultados de la encuesta más reciente realizada por el instituto de investigación de opinión pública GfS Bern por encargo de la televisión SRF sugieren que la ampliación de las carreteras nacionales se ha vuelto incierta. La mayoría de los suizos no apoyan la expansión de las autopistas a seis carriles en tramos. Como resultado, el ministro de transporte Albert Rösti (SVP) podría enfrentar una derrota grave en las votaciones del 24 de noviembre, según analizan varios medios.
En pocas palabras: aunque escucho el mensaje, me falta la convicción. En los últimos 24 años en Suiza, el número de vehículos ha aumentado de 4.5 millones a 6.5 millones, y eso no incluye las motocicletas. Hay un promedio de 540 automóviles por cada mil habitantes. Una de cada dos personas en el país tiene su propio coche y está bien familiarizada con los problemas causados por los atascos de tráfico. Simplemente no podemos permitirnos detener el desarrollo de las autopistas. Esto debilitaría significativamente y haría vulnerable nuestra situación económica. ¿Cuán temerario hay que ser para creer que el ferrocarril podrá asumir fácilmente parte del tráfico por carretera en el futuro? Las líneas de tren entre Lausana y Ginebra, así como Zúrich y Berna, ya están operando a plena capacidad. Cada mañana hay una lucha por los asientos en los trenes. Es necesaria la ampliación de las autopistas en estas rutas clave, ya que son las arterias principales de nuestro país, y el transporte público sobrecargado también debe ser aliviado. El ministro de transporte Albert Rösti debe ganar esta votación. Cualquier otro resultado sería inaceptable, ya que el rechazo de la propuesta conduciría a un caos en el tráfico.
